Entrevista a Jazzfalto

Artivismo, fusión y tradición

Después de la interpretación de seis de sus mejores melodías y tras ser despedidos con aplausos y peticiones de más de su música, la banda de jazz fusión,  Jazzfalto  dejó el escenario. Los integrantes compartieron autógrafos y material físico de su más reciente producción para más tarde entrar en el camerino en donde comenzaron a relajarse y guardar sus instrumentos. La entrevista se llevó a cabo en ese modesto espacio que se llenaba de la vibra musical y energía tras la tocada.

Para comenzar, Enrique Jiménez, Alejandro Ugalde y Mario García, quienes conforman la banda, comentaron cómo incorporan la música de origen indígena en su creación musical.  Además de como músicos, trabajan en un proyecto en colaboración con ConArte y están  al frente de un programa llamado Raíz fusión, un sello discográfico en el que la idea es hacer un laboratorio con  jóvenes de 13 a 25 años aproximadamente.

“Gracias a ese proyecto tenemos chance de hacer una selección nosotros primero e identificar cuál es la música indígena más importante y qué podíamos fusionar con música urbana. Estuvimos un buen rato trabajando en eso y gracias a ese ejercicio pudimos interpretar estas piezas”.

Ellos llaman “unidades mínimas significativas” a los elementos claves para que algo suene con ciertas influencias. “Si  las piezas no las contienen no existiría esto, nuestra música  sonaría a otra cosa y más que fusión sería confusión”.  A partir de ese proyecto con ConArte pudieron concretar este repertorio musical.

En cuanto a las inspiraciones o historias de cada una de sus canciones, resaltaron que es importante primero tener una esencia, saber de dónde se va a extraer la idea principal  y, partiendo de ahí contar una historia que se va musicalizando. Con las unidades mínimas significativas se empiezan a fusionar los demás ritmos y estilos urbanos.  “Incorporamos el jazz,  funk, blues y  rock. Algunas otras rolas surgen de imágenes pero es la misma idea. Se plasma la imagen y  se retoma la historia tomando y extrayendo lo más importante para fusionarla con lo que cada quien trae, con los diferentes estilos”.

Además de retomar la música tradicional mexicana, los músicos de Jazzfalto reconocen la gran influencia africana pues afirman que gran parte de los ritmos de todo el mundo tienen influencia Afro. “Muchos de los ritmos que han llegado y constituyen la música regional mexicana tienen su base rítmica y el origen de sus instrumentos en la tradición africana.

Uno de los aspectos de los que están más conscientes los integrantes de la banda musical es del complicado panorama en México para la difusión y producción del jazz.  Reflexivamente puntualizaron que la música Afroantillana llega de diferentes lados y  está ahí, se mantiene.  Lo que hay que hacer es darle el realce que necesita porque ya es parte de la cultura mexicana.  “La música Afroantillana nos queda a varios, el jazz latino, el jazz fusión, el jazz mestizo entre otros.  No hay más que mencionarlo y volver a sacarlo a flote, hacer más música. Estamos  en un break o un estancamiento en la composición entonces, ¿qué está pasando?  Que hace falta más trabajo, más presencia y que los músicos lo vean como es, como una responsabilidad y como parte de la cultura de nuestro país. No solo nos corresponde a los músicos, sino a instituciones y a un público educado para estos géneros.  Retomar lo que ya está hecho, más lo que podamos hacer ahora con nuevas generaciones”.

En opinión de los integrantes de la agrupación de jazz,  el Jazz-Mex es una gran oportunidad para las distintas propuestas dentro de la fusión. Integrar  el jazz con música tradicional mexicana y otros géneros como el rock o el reggae y ska, tomando siempre como eje la música tradicional. Dentro de las festividades jazzísticas  que tiene  el CENART a lo largo del año, como el Euro jazz,  que es el más conocido, el Jazz-Mex está comenzando también a tomar relevancia. Mayor audiencia lo espera y lo conforma. “Hubo mucho público y es un escenario que para todos los músicos marca una gran experiencia. Es muy agradable en la carrera musical que escuchen tu propuesta y la reciban así”

Finalmente, desde que se recupera la música tradicional mexicana, se está hablando de un proyecto con tintes sociales. Jazzfalto, opera socialmente con diferentes enfoques. Los derechos culturales es el uno de estos.  “Promoverlos, no sólo como una parte de la expresión a través de la música, sino como una forma de vida para muchas personas de diferentes estados que se dedican a eso. Hay que darle vida también a esas aristas, son un llamado a las instituciones, a que validemos, apoyemos y sustentemos esa música. México tiene demasiado del cuarto pilar de la cultura para hacer de esto un gran auge. Es vital.  Además, que los músicos respetemos, dejemos de competir y comencemos a compartir y nos abramos a nuevos aprendizajes”.

Una de las premisas de la banda es que la música siempre ha estado acompañando a los procesos, a lo largo de la historia. Por eso, ellos pretenden poner a la música regional mexicana en un plano más vigente. A pesar de poder  tocar cosas más clásicas dentro del género del jazz, los compositores están convencidos de que es un momento muy importante en el que necesitamos” mover fibras  de nuestro país”.

 Jazzfalto confía en que desde la música  se puede voltear a ver gente que está produciendo y trabajando por este país y que están escondidos. Lo que han querido desde el 2007 que fundaron la agrupación , es darles presencia, vida y recordar a la audiencia que son parte de la cultura mexicana.

“Podemos darles diferentes tratamientos con mucho respeto, un poco a nuestro estilo, conforme a nuestra vivencia.”

La música siempre ha estado presente en los movimientos sociales y lo que se está haciendo es retomar esa tradición y adaptarla al estilo Jazzfalto.

Asimismo, comparten varios temas importantes en México.  El “artivismo” es uno de estos. Ver el arte como parte activa de la conciencia social.  Fomentan cultura de paz, ciudadanía y hablan de la construcción del arte que, a diferencia de la creación de artistas forma personas sensibles con prioridad en los valores. Eso,  les ha permitido, a través de la música coincidir con maestros, alumnos, conciertos, compositores y entre ellos mismos trabajar con el  mismo objetivo y visión.

“El jazz va más allá, Jazzfalto en ese sentido va buscando libertad con los fenómenos sociales.  El arte está ahí, es el que ha roto cadenas o más bien el que ha creado mayor conciencia. Nuestra música es un llamado urgente a que más personas se sumen a una conciencia social.”

 

Jazzfalto se presentó en el Centro Nacional de las Artes

  • Banda de jazz fusión con influencias latinas y afroantillanas.

  •  Como parte del V Festival Jazz- Mex.

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El Festival de Jazz dio inicio el sábado 1° de Octubre a las 13 horas con conciertos de entrada libre. La segunda presentación estuvo a cargo de Jazzfalto, a las 17 horas, en las áreas verdes de las instalaciones del CENART.  Se ofreció un concierto en el que  la agrupación presentó  6 melodías, algunas de su más reciente producción musical.

La banda  fue fundada en 2007 en la Ciudad de México.  Actualmente, está integrada por Enrique Jiménez en el bajo, Alejandro Ugalde en la Guitarra y Mario García en la batería. Trabajan en colaboración con el sello discográfico Raíz Fusión.

Las influencias musicales de la banda son rock- funk, blues, jazz latino y tradicional. El trío mexicano se ha encargado, desde sus inicios, de retomar música tradicional y fusionarla con nuevos ritmos, con el fin de promover, recrear y difundir el jazz en el país partiendo de música mestiza indígena y afroantillana.

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La presentación comenzó con una melodía titulada Anahí cuyos autores denominaron “un canto a la vida”. La canción parte de un son titulado El cascabel y fusiona una parte africana con un son tradicional veracruzano. Continuaron con el resultado de su inspiración al ver a dos niños tocando una jarana. La segunda interpretación, incluyó sones huastecos con jazz progresivo en una rola titulada Son a Santiago. Posteriormente, presentaron una adaptación de una danza indígena que originalmente es tocada con jaranas, violines y guitarras huapangueras, creando un trío huasteco. La danza representa un ritual a la madre tierra y  se ha adaptado para otras ceremonias como bodas tradicionales. La cuarta melodía,  hacía referencia a un concepto de Murray Schafer. En ésta, se evocaba una sonósfera, un viaje auditivo. Con el título de Paisajes sonoros se creó un “alucine prehispánico pero electrónico que, a pesar de la poca evidencia de música de la época se nutre de los instrumentos de los que tenemos conocimiento” aclaró Alejandro Ugalde. La canción recorre la prehistoria, el virreinato, sones de la independencia de México, pasando por algunos blues representativos como el de La llorona  y termina con “un rollo funk” en palabras del guitarrista.  De su segunda producción musical El grito fue la quinta melodía de la tarde. Comenzó con una invitación al público a bailar pues en esta ocasión se trataba de una fusión jazz, metal y rap. “Para la gente que lucha por un país mejor” fue la dedicatoria que los músicos expresaron antes de comenzar a tocar. Esta penúltima interpretación tenía una mayor carga social por la letra de la misma, en la que se invitaba a la rebeldía y la resistencia para repensar la situación del país.

Finalmente, a petición del público el trío de jazz fusión decidió terminar con una última canción agradeciendo el entusiasmo y participación de la audiencia. Al bajar del escenario se vendieron y autografiaron sus más recientes discos con la oportunidad de conversar con los integrantes de la banda.

“Este festival es una gran oportunidad para que diversas agrupaciones muestren sus propuestas dentro de la fusión no sólo el jazz, sino el rock, el ska, el reggae, tomando como eje la música tradicional” concluyeron los integrantes de Jazzfalto.

Con ellos, se terminó el programa del día, pero el Centro Nacional de las Artes continuará exhibiendo diversos artistas jazzísticos hasta el sábado 15 de Octubre.