Historia de los tambores y su influencia en la música del Caribe.

La polémica percusión

Artículo informativo 

Aunque es un instrumento aparentemente sencillo tanto para construir como para tocar, el tambor tiene una historia compleja. Su primera aparición se da en la época primitiva en 6000 a.C. Inicialmente los tambores se construían con un tronco hueco y en ambos extremos se colocaban pieles de peces o reptiles que, eventualmente, se reemplazaban por pieles de otros animales.

Toda la América Negra y el Caribe reciben sus influencias rítmicas de África, en consecuencia toda  su música se basa sobre el elemento rítmico africano. África, además de la gran influencia que tiene sobre los ritmos de las Antillas, es también un esencial productor de instrumentos musicales de todas clases. Uno de los que determina la música Caribeña y que además deja un gran legado en la música son los tambores.

 En África la fabricación de tambores tradicionales es una manualidad que a menudo pasa de generación en generación, dentro de las familias y entre algunas culturas es un trabajo hereditario. Las cubiertas de los tambores, son en su mayoría de madera dura, como aliso, roble, arce o caoba. El tipo de madera usado en la fabricación de un tambor determina el producto final y sus sonidos. Las pieles para los cabezales eran generalmente hechas con cuero de animales como cabras o vacas.

El tambor es quizá el primer instrumento musical conocido, y aún hoy en día juega un papel importante en muchos géneros musicales. Ha servido para muchos otros propósitos, y lo sigue haciendo en las sociedades tribales y religiosas de todo el mundo, en ceremonias religiosas, rituales tradicionales, carnavales e improvisaciones el tambor está presente.

De cultura en cultura, quién toca tambores tradicionales africanos varía. En algunas tribus, sólo los que tienen derecho hereditario para ser percusionistas pueden tocar los instrumentos, mientras que en otras culturas, los tambores eran el único instrumento que podía ser tocado por cualquiera en la villa. A menudo, se pensaba que el percusionista era poseído por los espíritus de los tambores, aquellos del fabricante del tambor, los del animal cuya piel fue usada para hacerlo, o los del árbol cuya madera se usó en su cubierta.

Los tambores sirvieron para varios propósitos, muchos de  ellos relacionados con la comunicación. Juegan un papel importante en variedad de ceremonias religiosas y civiles. En algunas culturas de África oriental, por ejemplo, se hacen ofrendas de tambores al rey como un símbolo de poder.

Detrás del gran aporte musical que significa el tambor como instrumento del Caribe, existe una gran controversia, en África en la esclavitud se obligaba a los presos a bailar al ritmo de su música para mantenerlos sanos y combatir la depresión. Tiempo después se les permitió tocar el instrumento y producir sus propias melodías. Asimismo, los esclavos enfrentaban su situación con ayuda del instrumento, pues relacionaban con éste, su capacidad para tocarlo o construirlo respuestas de sus dioses que dieran de alguna forma sentido a lo que vivían. Así, una vez que los tambores les pertenecían, comenzaron a ser usados como un medio de comunicación entre los esclavos. Fue en varias ocasiones la manera en la que ellos organizaban revueltas y rebeliones, en su mayoría muy violentas. Es por eso que por 1739 quedan prohibidos en prácticamente toda la región Caribeña.

Detrás de ese suceso, lo más relevante es que tras esta limitación surgen otras alternativas y las vías de expresión musical crecen. La censura de los tambores da paso y es un gran precursor para el origen de otros objetos musicales y ritmos muy variados.

“Los esclavos apelaron a sus recursos culturales para luchar”  (Michaelle, 2005)

 Los tambores fueron prohibidos por aspectos sociales, principalmente de comunicación, pues este fue capaz de vencer las barreras de idioma y su sonido era el principal canal de expresión e interacción. Factores religiosos también intervinieron pues, diversos dioses y deidades eran invocados o exaltados con el sonar de este instrumento.  Desde el siglo XIV la religión católica fue impuesta y fuera de ésta ninguna otra podía profesarse libremente. Las creencias afroamericanas fueron etiquetadas como primitivas supersticiones, oscurantismo, idolatría y paganía.

A mediados del siglo XIV en Europa, los tambores comenzaron a hacer acto de presencia en la marcha militar.  Su adición a la orquesta llegó unos de años más tarde en el siglo XVII.

Con la prohibición surgieron y se crearon otras alternativas, sustitutos y  otros instrumentos en lugar del tambor,  algunos de estos fueron el violín, el banjo, los huesos o la pandereta. Los esclavos no contaban con ningún tipo de objeto personal, no manejaban su tiempo y eran sometidos a fuertes jornadas de trabajo por lo que los nuevos instrumentos que elaboraban se caracterizaban por ser portables y livianos.

Aún después de la abolición de la esclavitud, las prohibiciones seguían presentes y con mayor fuerza. A finales del siglo XIX, las bandas de marcha que incorporaban los tambores en su ejecución, comenzaron a ser un estilo de música popular incluyendo también instrumentos de metal, de viento, de madera y mayormente de percusión.

A principios del siglo XX, los músicos negros empezaron a experimentar con la forma y con los instrumentos. También empezaron a improvisar. Los afrodescendientes colocaban en el suelo los instrumentos de percusión, de las bandas de marcha: bombos, cajas y platillos para que una sola persona tocara y experimentara los sonidos de cada uno, simultáneamente. Esa fue la primera variación de las bandas de marcha, dicha creación dio origen a uno de los instrumentos más reconocidos de la música actual: la batería.

Después de su aparición, los tambores fueron evolucionando. Existen los tambores membráfonos que usan sólo un cuero o bimembráfono que en ambos extremos están cubiertos por pieles.  Para la creación de música, principalmente en Cuba se fueron reinventando en formas y timbres, algunos instrumentos de percusión, e inventando otros. Tales son los casos de las Tumbadoras o Congas, que tiene sus raíces en el tambor del Congo de África, las claves;  dos barras gemelas de madera que al golpearse determinan el inicio y marcan el ritmo de la melodía y además ponen el ritmo base para el baile de estas piezas. El Bongó, que es un invento genuino cubano y los Timbales de su antecesor el Tímpani que es tocado con baquetas.

Hoy, podremos identificar y escuchar instrumentos como los timbales, maracas, claves, güira y múltiples variaciones de  percusiones.  Todos esos artefactos musicales tienen como precursor al tambor, su historia y la polémica generada tras ser prohibidos a los esclavos y en la región del Caribe.

Los resultados, musicalmente hablando de la censura del tambor y la búsqueda de nuevas formas de expresión, se pueden apreciar en las Antillas y en su música más representativa. Como parte de la percusión cubana, por ejemplo, surge el bongó. Es un instrumento de golpe directo conformado por dos cuerpos de madera unidos entre sí.  Al intérprete de este se le llama bongosero quien mantiene la estructura  de madera entre las rodillas y las golpea con uno o más dedos y las palmas de las manos.  Él tiene la libertad de improvisación dentro de algunas piezas musicales. Puerto Rico y la República Dominicana emplean también instrumentos parecidos, con ciertas variaciones para la creación de estilos musicales folclóricos y populares como la bomba, la plena, el merengue y la bachata.

En América del sur, hacia las islas del océano Atlántico, la presencia de las percusiones en la música es una de las más reconocidas a nivel mundial.  Brasil y la batucada tienen como principal componente múltiples combinaciones de tambores que  se usan tradicionalmente en la samba, donde suelen llevar la función de marcar los cortes y adquieren el mayor protagonismo en eventos distintivos de la región como lo son los carnavales, que en el caso del de Río de Janeiro es considerado la mayor celebración popular y cultural de América.

Entre la  música realizada con percusiones que se originó tras la prohibición de los tambores destaca la creación de los tambores metálicos o Steel pan.  Estos tambores representativos de la música de Trinidad y Tobago, fueron una alternativa musical y uno de los instrumentos más importantes del siglo XX.  Los tambores metálicos de Trinidad y Tobago son construidos aplastando las tapas de los bidones de petróleo que es el producto  principal de exportación. Cuando los bidones adquieren una forma semejante a la de un tazón, el tambor es expuesto  al fuego y  posteriormente es enfriado. Una vez hecho lo anterior, el tambor es afinado con martillos y otras herramientas que permiten que las diversas partes de la superficie del Steel pan produzca sonidos. El instrumento cuenta con  36 notas musicales aproximadamente. Se afirma que es la más grande contribución al campo de la música del siglo XX y un el mayor componente de la música popular de Trinidad y Tobago.

África  está presente en la música Afroantillana de la región del Caribe y algunos países de América del sur. El legado y su influencia se aprecian desde la construcción y evolución de instrumentos musicales tanto como en la tradición y finalidad de la música.

África en los instrumentos

Podcast informativo

Influencia africana en la creación musical de las Antillas y el desarrollo de nuevos instrumentos musicales.

 

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Fuentes:
Asencio, Michaelle “Los dioses olvidados de Haití”, En contexto; Volumen 9. No.11, 2005. Pg.131 consultado en  http://www.saber.ula.ve/contexto/
La prohibición de los tambores en la escuela. “Una herencia que necesitamos revisar”. Entremúsicas, música, investigación y docencia. http://www.entremusicas.com/docencias/2010/11/05/la-prohibición-de-los-tambores-en-la-escuela/